Confirmado: si usted quiere traer productos de afuera sírvase completar el siguiente formulario y enviárselo por e-mail a Moreno

Confirmado: si usted quiere traer productos de afuera sírvase completar el siguiente formulario y enviárselo por e-mail a Moreno

Tal como anticipara iProfesional.com, desde el 1º de febrero el funcionario será quien autorice cada una de las solicitudes de importación. Hay alerta entre empresarios. Los reclamos y temores se multiplican. En esta nota, todos los detalles y la planilla que deberá remitirse. Prohibido hacer spam

Por Juan Diego Wasilevsky.

Confirmado: si usted quiere traer productos de afuera sírvase completar el siguiente formulario y enviárselo por e-mail a Moreno

El Gobierno acaba de dar otro paso más en su «titánica» tarea de blindar las fronteras y de llevar al máximo su nivel de intervención entre todas las empresas que traen productos del exterior.

Sucede que, además de la ya conocida y controvertida medida de la AFIP, que decidió implementar a partir del 1º de febrero el sistema de Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), las firmas importadoras también deberán rendir otro «examen» pero esta vez ante la Secretaría de Comercio Interior.

En efecto, este martes por la noche se confirmó la primicia que diera iProfesional.com el 11 de enero último: paralelamente a las medidas que impusiera Ricardo Echegaray, todo aquel empresario que desee ingresar cualquier producto a la Argentina, deberá «pedirle permiso» a Guillermo Moreno a través de un e-mail, el cual deberá ser enviado a una casilla expresamente creada por el funcionario para monitorear los movimientos de cada uno de los importadores.

En concreto, según confirmaron a este medio fuentes que pidieron estricto off the record, el propio Moreno ayer llamó por teléfono a los directivos de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) y de la Cámara Argentina de Comercio (CAC) para anunciarles que, además de llenar las polémicas y discutidas declaraciones juradas -que deberán ser remitidas a la AFIP-, cada empresario, además, deberá enviar un correo elctrónico a la Secretaría de Comercio Interior con un archivo excel adjunto que contenga un pormenorizado detalle del producto que se pretende ingresar.

En concreto, el mail que los ejecutivos de negocios remitirán a Moreno deberá incluir datos tales como cantidades, precios, origen, fechas de embarque y de arribo del producto en cuestión.

A continuación, una copia del formulario en formato excel que deberán completar los empresarios y que fuera distribuido ayer desde la propia Secretaría de Comercio Interior a ambas cámaras:

 

 
En este contexto, la CIRA envió un comunicado a todos sus socios en el que se confirma que, «por expresas indicaciones recibidas directamente del Sr. Secretario de Comercio Interior», en paralelo a la presentación de la declaración jurada a la AFIP, los empresarios deberán enviar dicho formulario a la dirección notadepedido@mecon.gob.ar, que es la casilla que, justamente, habilitó Moreno para monitorear cada operación de importación.

A continuación, el comunicado de la CIRA donde queda bien explicitado el pedido del funcionario:

 

 

En el texto enviado por la cámara se recomienda expresamente a los socios «que estos correos comiencen a enviarse desde ya, sin esperar al 1º de febrero«, al tiempo que solicitan tomar «especial atención a esta comunicación e inmediata acción para transitar esta nueva etapa».

Además, aconsejan a los socios que si tienen «acordado algún esquema de compensación con la Secretaría de Comercio Interior (exportaciones, inversiones para apoyo a la producción local o para sustituir total o parcialmente importaciones, ingreso de capitales, etc.)», lo hagan «notar en cada envío en el cuerpo del mail a enviar a la dirección de correo mencionada«.

En buen romance: los empresarios deberán «recordarle» a Moreno si tienen vigente algún acuerdo del tipo «1 a 1», es decir, el controvertido sistema a través del cual el Gobierno busca que el sector privado compense cada dólar que se «fuga» del país en concepto de importaciones con otro dólar por exportaciones.

Cabe destacar un punto clave: esta flamante medida es una herramienta de monitoreo «virtual» extra que se suma a la potestad que tendrá la Secretaría de Comercio Interior de vetar o de hacer observaciones a las declaraciones juradas que le remita la AFIP.

Es decir, Moreno ejercerá un «doble control«: a través de las planillas que le llegarán vía correo electrónico y mediante las declaraciones juradas.

Duras críticas a la medida
Apenas recepcionada la flamante comunicación, el alerta entre empresarios corrió como reguero de pólvora al tiempo que los temores y reclamos comenzaron a multiplicarse.

Un consultor en comercio exterior que asesora a numerosas compañías importadoras -entre ellas una reconocida cadena de hipermercados- y que tiene trato cotidiano con los funcionarios del área, se mostró extremadamente preocupado con esta nueva avanzada de Moreno sobre los importadores.

«Hay mucha bronca entre las empresas. Ya teníamos una complicación muy grande con las licencias no automáticas. Después surgió la sorpresa de las declaraciones juradas. Ahora nos encontramos con que hay que mandarle un correo a Moreno con todos los movimientos. Si esta es la `sintonía fina` me preocupa. Porque es un nivel de intervencionismo muy fuerte«, disparó el experto, que pidió estricto off the record por temor a represalias.

«No entendemos cómo sin una normativa oficial y con una suerte de botón rojo se puede manejar todo el comercio exterior de un país. Esto va a generar muchas rispideces», alertó el asesor, que aseguró que «a las empresas les genera mucho más temor mandarle un mail a Moreno y esperar su aprobación que gestionar una declaración jurada».

Al respecto, explicó que en el caso de estas últimas o las licencias no automáticas, «si te frenan las importaciones, cada empresario cuenta con una vía legal a la cual recurrir, con la ventaja de que además queda todo el proceso documentado. Pero esto de enviar un correo electrónico es algo totalmente informal de lo que no van a quedar pruebas».

El otro punto que preocupa a los empresarios es que, mientras que las declaraciones juradas pueden cubrir varios embarques, a Moreno habrá que enviarle un mail por cada contenedor o carga que deba pasar por la Aduana, lo que podría generar una engorrosa maraña de formularios.

En buen romance, según explicó el directivo de una de las cámaras que participó en la cumbre del jueves pasado en la Aduana entre funcionarios y empresarios, «si, por ejemplo, tengo pensado traer 2.000 toneladas de un producto desde hoy a mayo, dividido en embarques de 100 toneladas cada uno, ante la AFIP tenemos la ventaja de llenar una sola declaración jurada. Pero, por el contrario, a Moreno vamos a tener que mandarle 20 formularios diferentes. Es decir, uno por cada cargamento».

Este «papeleo extra» que surge de una orden no escrita, según los empresarios consultados por iProfesional.com, va en contra del proyecto de «ventanilla única» que impulsa el Gobierno. Es decir, el sistema por el cual cada uno de los pasos y gestiones para ingresar un producto al país queda unificado y así poner un poco de orden a la multiplicidad de trámites, en distintas dependencias oficiales, que hoy debe realizar un empresario o despachante de Aduana.

Cabe destacar que las declaraciones juradas, que según los funcionarios avanzan en la dirección de crear dicha «ventanilla única», fueron motivo de un tenso enfrentamiento entre el propio Echegaray y el titular de la UIA, José Ignacio De Mendiguren, quien pidió una prórroga del sistema que entrará en vigencia.

Al respecto, el titular de la AFIP aseguró que el mecanismo de declaraciones juradas de importación propone «un salto cualitativo» y una «herramienta fenomenal» para el Estado, y señaló que generará un «ahorro de costos» para el importador.

«¿Por qué puede existir una preocupación (sobre posibles trabas aduaneras), si el país va a vivir del crecimiento y del desarrollo, y le pusimos tecnología con la ventanilla única, sin papeles, para entrar por Internet y con cero contacto con ventanillas del Estado?», se preguntó Echegaray, tras minimizar las críticas expuestas por los industriales.

Sin embargo, tal como explicó uno de los empresarios consultados por este medio, «esta nueva decisión de Moreno» de agregarle un pasito extra a cada operación de importación, «va en la dirección contraria que plantea el Gobierno».

Sin embargo, se resignó y reconoció que «si Moreno nos pide que mandemos un mail adelantándole toda nuestra operatoria, no nos va a quedar otro remedio que hacerlo».

«Sintonía fina» al máximo
Este tipo de medidas que avanzan sobre el comercio exterior no son casuales. Por el contrario, se enmarcan en el plan de «sintonía fina» anunciado por la propia presidenta Cristina Kirchner en diciembre pasado y que es tomado por los funcionarios como un dogma de fe.

El objetivo del Gobierno no es otro que el de cuidar los dólares y evitar tensiones con reservas, tipo de cambio y pago de deuda.

Y la necesidad de contar con un buen respaldo de divisas estadounidenses está cobrando cada vez más relevancia frente a la dramática sequía, que va a jugar en contra del ingreso de «agrodólares».

A esto se suma el fantasma siempre latente de la fuga de capitales, un «enemigo» suelto en la city porteña al que el Gobierno pudo dominar a fuerza de gendarmería y controles, pero que siempre es una amenaza a la hora de querer mantener equilibrada la oferta de billetes verdes.

En este contexto, Moreno y su mano derecha, Beatriz Paglieri, quien conduce la recientemente creada Secretaría de Comercio Exterior, ya dejaron en claro públicamente que el objetivo es que en 2012 el saldo de la balanza comercial -diferencia entre exportaciones e importaciones- se ubique entre los u$s10.000 y u$s12.000 millones, es decir, en sintonía con lo logrado el año pasado.

Sin embargo, con el problema real de la sequía, los expertos aseguran que no será sino con mayores controles al ingreso de productos del exterior que el Gobierno podrá sostener la balanza comercial.

Y esta estrategia de «tolerancia cero» hacia las importaciones, lejos de ser una especulación, es y será la «marca registrada» de la administración K en este nuevo mandato.

Basta recordar las palabras de la Presidenta, quien pocos días antes de asumir el 10 de diciembre señaló: «No queremos importar ni un clavo y que todo sea producto argentino».

En reciente diálogo con iProfesional.com, Raúl Ochoa, ex subsecretario de Comercio Exterior, aseguró que «cuando la Presidenta habló, todos pensaban que estaba exagerando. Pero no sabían lo que se venía: un verdadero control total sobre el mercado de cambios y sobre todo el comercio exterior. Esta es la verdadera sintonía fina«.

Y a la galería de «frases célebres» también se sumó la que pronunciara ayer la ministra de Industria, Débora Giorgi, quien disparó: «Creemos en el comercio administrado de zanahoria y garrote. Así logramos que empresas transnacionales de todos los sectores productivos vengan a producir a la Argentina».

Frente a esta avanzada contra lo importado, hasta la propia calificadora de riesgo Moody`s hizo un llamado de atención, al advertir que «las nuevas restricciones darán lugar a mayores ineficacias económicas a largo plazo», dado que «pueden introducir distorsiones» que comprometan el crecimiento de la Argentina.

FUENTE: iProfesional.com

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